Querido lector
¡Por fin! Después de mucho tiempo y
muchas vicisitudes, el pasado viernes día 14 de octubre de 2.022, dejé de ser virgen.
Todo en esta vida tiene una primera
vez y nadie nos prepara para ello. Y menos a mí que soy tímido por naturaleza. En esta ocasión, mi primera vez estaba llena
de dudas, expectativas, miedo, emoción y nervios a partes iguales. A pesar de
estar preparado física y mentalmente, no pude erradicar ciertos mitos que giran
en torno a la primera vez:
-
Mito 1: Fue algo especial.
-
Mito 2: No existió riesgo de embarazo a pesar
de no usar protección.
-
Mito 3: No hubo dolor ni sangre. Todo lo
contrario, hubo mucho placer.
-
Mito 4: Al final llegué al clímax.
-
Mito 5: La gente me lo notó.
Hoy te lo voy a contar todo con pelos
y señales. Más señales que pelos, que ya no se llevan.
Era una tarde soleada, hacia calor. Los
cielos se tiñeron de colores rojo y anaranjados. Lo había preparado todo con sumo
cuidado y cariño. No faltaba detalle, incluso compré un buen vino tinto de
Rioja y uno blanco afrutado para la ocasión. Los preliminares fueron relajados
y agradables. Cuando empezó el acto en cuestión, me aturullé recordando una persona
muy importante para mí, pero hice una pausa, respiré hondo y todo empezó a
fluir. No llegamos a usar lubricante, no hizo falta. Tampoco realicé muchas
posturas, elegí una cómoda y todo el acto transcurrió en la misma posición. Utilizamos
sobre todo la forma oral para conectar. Allí liberamos todo tipo de hormonas:
oxitocinas, dopaminas, endorfinas… todas hormonas de la felicidad. Cuando
terminé me sentí relajado y complacido. Es verdad que, siempre lo puedes hacer
mejor y seguro que la próxima vez me supero, pero para ser la primera vez yo
estaba más que satisfecho. Después estuvimos un buen rato charlando de cosas íntimas.
No sé si me he vuelto adicto porque ya tengo ganas de repetirlo otra vez.
Tal como predije, al acto vinieron
familiares y amigos principalmente. La sala casi se llenó, todo un éxito nunca
imaginado por mi. No sé si eso me hizo tener más nervios o menos, al fin y al
cabo, yo no soy un actor porno. Creo que, al final, hasta me aplaudieron. Muchas
Gracias a todos los que dedicasteis un rato de vuestro valioso tiempo para compartir
un momento tan especial conmigo. Gracias por vuestros abrazos, besos y muestras
de cariño. GRACIAS, GRACIAS y mil veces GRACIAS. Espero que os lo hayáis pasado
tan bien como me lo pasé yo.
Y, de este modo terminó la primera
presentación de mi primer libro “Aventuras y desventuras de un bancario”. Si tú,
querido lector, eres una de esas personas que por circunstancias de la vida no
ha podido asistir a este evento, te animo a que te vengas al siguiente. Procuraré que nos lo pasemos "teta". ¡Anda
tonto/a! Si no te voy a hacer daño.
Hasta la próxima entrada y, no te cortes en los comentarios que, yo tampoco
lo haré en mis respuestas.
Bss.
P.D.: No olvides suscribirte al blog, si no lo has hecho todavía. Sigue
siendo gratis. Pero mejor por la web que por el móvil no funciona.