Yo reseño, tu reseñas, el reseña...

 

Querido lector,

 

La humanidad es cotilla por naturaleza. Si no como se explica que Salvame delux sea uno de los programas televisivos más vistos de todos los tiempos. La R.A.E., en una de sus acepciones, define cotilleo como “comentario indiscreto sobre asuntos ajenos”. No obstante, una rama de la psicología lo considera una destreza social y no un defecto de personalidad. ¡Mira tú por donde! Una excusa más donar mi cuerpo a la ciencia. 

Voy a ser sincero. Yo no tengo alma de portera cotilla ni me gustan los chismorreos, pero soy curioso como cualquier alma de vecino. A mí lo que me gusta de verdad es tomar un café bien cargado acompañado de un debate ameno o una charla inteligente y, si puede ser, unido a una generosa porción de chocolate negro, mejor. En esas tertulias siempre se generan críticas objetivas, a diferencia de los cotilleos que suelen ser críticas subjetivas. A veces, incluso se crean críticas constructivas y, por desgracia, algunas más destructivas que el volcán de La Palma.

Dejando a un lado todas las críticas, la curiosidad me corroe por dentro como el acido al metal. Me imagino que algunos ya habréis terminado de leer mi novela y otros estaréis en ello todavía. No puedo dejar de pensar que les habrá parecido mi libro a quienes lo haya acabado. Nunca antes he estado tan pendiente de las estrellas como ahora, las del firmamento no, las de Amazon.

Por eso, necesito que mi ego se llene de tus apreciaciones y juicios valorativos, de tus críticas constructivas o destructivas. Y no hay mejor forma de hacerlo que mediante estrellas, comentarios o reseñas. Qué, ¿Dónde ponerlos? en Amazon, en Facebook, en Instagram, en el blog, en la pared del baño del Bar Bero…, donde más te apetezca. Pero, te voy a pedir un favor: hazlo con mesura. No aproveches la ocasión para ponerme a caldo, que para eso ya está Gallina Blanca. Recuerda que hasta hace dos días era virgen en estas lides y encima soy un escritor novel que estudió ciencias en lugar de letras. Todavía llevo la “L” encima y lo que me queda.

Ahora es tu momento para escribir. Espero tus reseñas con ansia viva.

Hasta la próxima entrada y, no te cortes en los comentarios que, yo tampoco lo haré en mis respuestas. 

 

Bss. 

 

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