20 julio 2021

Los entresijos que no se comen





 

Querido lector, 

 

¿Cómo se ha escrito el libro? Es la pregunta con la respuesta más fácil de todas: “con mucho cuidado”. Bueno, y con un ordenador y un procesador de textos. Pero, imagino que, lo que de verdad quieres conocer son los pequeños detalles. Pues, ahí van. 

Escribir humor es un tema muy serio. Dicho esto, he tardado tres largos años en terminar mi obra. La mitad de ese tiempo, aproximadamente, lo he dedicado a documentarme y, no, no es hacerme el carnet de identidad o el pasaporte, aunque los haya tenido que renovar durante esos años. Te podrá parecer mucho tiempo, pero imagina por un momento que, tienes que contar una historia que transcurre en el siglo XII d.C., en Tuvalu, un pequeño país de la Polinesia. Más vale, que estudies su geografía y su historia si no quieres que tu narración se parezca más a un huevo frito que a un relato. Perdón huevo frito, soy fan tuyo. Por eso, he tenido que documentarme en: geografía, turismo, religión, geografía, arte, historia, arqueología, geología, economía, política, filosofía, psicología, gramática, recursos humanos, deporte, protocolo y gastronomía. Lo mío tenía más asignaturas que una carrera de Derecho. Quien me iba a decir a mí, qué a mis años iba a tener que volver a estudiar. 

Durante todo ese tiempo, puedo prometer y prometo que, no he tenido a la musa Talia revoloteando sobre mi cabeza y echándome unos polvos para inspirarme. Perdón, quería decir, dispersando unos polvos por encima de mi cabeza, en que estaría pensando. Ha sido un trabajo constante e intenso todos los días de la semana, incluidos sábados, domingos y fiestas de guardar. Cuatro horas diarias de media, solo interrumpido en contadas ocasiones, por las zancadillas de la vida y sus patadas en la espinilla. También ha sido un trabajo gratificante, me lo he pasado en grande escribiendo. Además, he tenido la oportunidad de sacar mi lado gamberro y de reírme de mi mismo. Te lo juro por Snoopy. 

El libro está redactado en primera persona, de forma simple pero capaz de transmitir estructuras complicadas. La idea es que sea cercano y fluido sin llegar a caer en la vulgaridad, que alcance todos los niveles de lectura, desde un zapatero remendón hasta el estudiante en Ciencias de la Fermentación. Espero haberlo conseguido.

El relato pretende reflejar las situaciones vividas por sus protagonistas originales y, aunque parezcan exageradas o distorsionadas, son las realidades que ellos me han contado. Tan solo, han sido ligeramente retocadas en el baño para que estuvieran presentables. En cambio, a los personajes de la trama únicamente he tenido que describirlos, no han necesitado ni maquillaje ni bigudíes, son auténticos como como la vida misma. Y, para finalizar, te voy a contar un secreto, pero no se lo digas a nadie. Acerca el oído: “el humor esta en la trama, no en los chistes”. 

Hasta la próxima entrada y, no te cortes en los comentarios que, yo tampoco lo hare en mis respuestas. 

Bss. 

 

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07 julio 2021

¿Quien es Jotaefe?

 





Querido lector,


Hoy te voy a desvelar quien es Jotaefe aunque, mejor empiezo diciendo quien no es. No es primo de J.R, el malo de la serie televisiva “Dallas”, ni tocayo de J.F Kennedy, ni el nombre de un espía ruso. Tampoco es el título de una jota aragonesa, ni hace referencia a un bar de Humanes que, existir, existe. 

Jotaefe es un cuentista, una persona que cuenta historias, pero también es el seudónimo con el que firmo mi libro y una palabra formada por las iniciales de mi nombre de pila (Juan Francisco) y las de mis dos abuelos (Juan y Francisco). De esta forma, mato tres pájaros de un tiro y de paso les hago un giño a mis ancestros. Desde aquí, un beso fuerte estéis donde estéis. 

Qué, ¿Por qué uso seudónimo? Básicamente, para que las cortinas del comedor hagan juego con los sofás o lo que es igual, para que el nombre del escritor siga el mismo criterio que los nombres de los protagonistas, es decir, ninguno. En el libro se han omitido los nombres de los personajes en aras de la privacidad, de las denuncias ajenas y de las hostias como panes. Tan solo aparecen motes y apodos, algunos reales y otros ficticios. Y yo no iba a ser menos. 

En cualquier caso, este seudónimo no es anónimo. ¡Anda, que chulo! Me ha salido un pareado. No pretendo ocultar ni mi nombre ni mi persona. Todo aquel que me busca, me encuentra y todo aquel que me conoce, sabe cómo me llamo.

Para disfrutar de mi relato solo hace falta buscar un lugar tranquilo, sin ruido, confortable y con luz, sobre todo, con luz. No hacen falta nombres para contar historias.

Ahora, ya sabéis quien es Jotaefe.

Hasta la próxima entrada y, no te cortes en los comentarios que, yo tampoco lo haré en mis respuestas. 

Bss.


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El día que perdí la virginidad

  Querido lector   ¡Por fin! Después de mucho tiempo y muchas vicisitudes, el pasado viernes día 14 de octubre de 2.022, dejé de ser virgen....