08 septiembre 2021

Para...






 

Querido lector,

 

En esta ocasión me voy a poner serio. Te voy a hablar de la parte más reservada y solemne del libro, las dedicatorias.

Para empezar, agradecimiento y dedicatoria no son iguales. El primero se usa para agradecer, para dar las gracias por algo. La segunda se utiliza para enamorar, emocionar o hacer reír, es decir, para crear un sentimiento. Además, hay que diferenciar entre la dedicatoria del libro y la dedicatoria autógrafa dirigida a cada uno de los lectores personalmente.   

Redactar la dedicatoria de tu libro es un momento íntimo y emotivo. Al fin y al cabo, consiste en plasmar un sentimiento personal de forma escrita. Y no es fácil. Lo normal es que al expresar emociones se nos atraganten las palabras. En mi caso concreto no ha sido así. Yo, ni soy una estatua de sal, ni he tenido atasco alguno, aunque haya sido el fragmento de la obra escrito con mayor pasión. No te voy a desvelar la dedicatoria de mi libro, no me gusta hacer spoilers. Tendrás que esperar a tener un ejemplar en tus manos para poder leerla, pero te voy a dar un par de pistas. Primera, en la próxima revisión médica, cuando los médicos me hagan una radiografía de pecho podrán comprobar que me falta un trozo de corazón. Se lo llevó la persona a la que dedico mi libro. Segunda, con mi mujer, mis hijos y mis nietos comparto el resto de corazón que me queda.

Por otra parte, una dedicatoria de puño y letra del autor dota al libro de un aura especial, lo vuelve personal, lo transforma en un objeto único. Pero por favor, no lo conviertas en una pieza de colección o en un objeto de deseo. Ni yo soy un escritor famoso, ni te van a pagar una millonada por el libro, al menos, mientras siga vivo. Después, "el muerto al hoyo y el vivo al bollo", todo se revaloriza, menos el muerto.

Las dedicatorias autógrafas exigen al escritor un alto nivel de inspiración e improvisación para que satisfaga las expectativas del lector. Pretender que cada ejemplar dedicado tenga una frase brillante, original, ingeniosa y particularmente cordial, es uno de los motivos que avoca a todo escritor hacia el insomnio de las mil y una noches. Espero estar a la altura de las circunstancias. Ten en cuenta que soy nuevo en esto, aunque haré todo lo posible para seguir durmiendo como un lirón. Lo prometo.

Hasta la próxima entrada y, no te cortes en los comentarios que, yo tampoco lo hare en mis respuestas. 


Bss. 

 

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